Miren lo que me encontré!!!!
En 2003, Stephenie Meyer, madre de tres hijos, muy hogareña, empezó a trabajar en su primera novela. Tres meses más tarde, acabó "Crepúsculo", que acabaría convirtiéndose en uno de los libros más vendidos y adorados de la década. El resultado: 25 millones de copias de la saga de Crepúsculo (que incluyen "Luna nueva", "Eclipse" y "Amanecer") ya impresas en unos 37 países.
¿Cómo resultó ver crepúsculo en la gran pantalla por primera vez?
Fue toda una experiencia. Al llegar estaba aterrada porque, si era mala, ¿qué iba a decir? Había tiempo para cambiar pequeñas cosas, pero no podíamos volver a empezar desde cero si me parecía horrorosa. Estaba muy preocupada... Era un montaje preliminar, así que llevaba una libreta para ir tomando notas sobre lo que había que cambiar. Me senté, lista para empezar y muy tensa. Empezó Crepúsculo... y se me olvidó por completo para qué estaba allí y me limité a disfrutarla. Me quedé tan absorta que, cuando terminó, lo único que quería era volver a verla.
Debe de ser una experiencia surrealista ver cobrar vida a tus personajes...
Muchísimo... Pero, la verdad, eso ya pasó cuando tuve ocasión de visitar el plató de rodaje. Fue entonces cuando tuve esa sensación. Estaba allí sentada en la cena la primera noche. Todos llegaron vestidos como sus personajes, porque venían de una sesión fotográfica... Yo estaba: "un momento, todos éstos son personajes imaginarios, y aquí están"... Fue muy extraño.
Ha comentado que la idea para "Crepúsculo" se la dio un sueño. ¿De qué iba ese sueño?
El sueño está bastante bien recogido en el capítulo 13 [del libro]. Todavía puedo verlo. Era un sueño muy extraño, no había tenido ninguno así antes, ni lo he vuelto a tener. Estaba observando un prado perfectamente circular, en el que un chico y una chica mantenían una conversación. Ella no llamaba especialmente la atención, pero él refulgía al sol. Era guapísimo. Y era un vampiro. Le decía cuánto deseaba matarla y, aun así, cuánto la quería. Me desperté pensando: "¿Qué habrían dicho a continuación?" Lo escribí. Y fue realmente ese proceso de escribirlo lo que me enganchó. Escribí las diez primeras páginas, la mayoría con el más pequeño de mis hijos en el regazo, viendo Blues Clues por encima de mi hombro.
¿Y su marido?
No le conté qué estaba haciendo. Así que estaba desconcertado. Y algo molesto porque yo estuviera acaparando el ordenador todo el tiempo... Me costó tanto decirle que estaba escribiendo una historia de vampiros como a Edward decirle a Bella que era uno de ellos (ríe). No sé si ha dejado de alucinar desde el día en que le dije: "he escrito un libro y estoy intentando conseguir que me lo publiquen".
¿Ha sentido siempre fascinación por los vampiros?
Para nada. Soy muy miedica. No veo películas de terror. Ni siquiera entiendo por qué a la gente le gusta que le den miedo a propósito. Es evidente que estoy en una clara minoría (ríe)... Para mí, un vampiro no era más que la personificación de una persona que está en una mala posición, a la que le dicen: 'No puedes ser más que lo que eres'. Y entonces ellos dicen: 'No pienso ser lo que "soy", voy a ser lo que yo quiero "ser"'. Eso me encanta. O sea, he tenido una vida bastante fácil, pero ves a gente que ha tenido que superar obstáculos enormes. Y esto me pareció una metáfora de fantasía para ese tipo de persona.
¿Sería justo decir que se identifica con ellos?
Sería más justo decir que los admiro, porque no he tenido que pasar por eso. Siempre he tenido libertad para ser quien quería ser. Pude hacer las elecciones que quise. No fue difícil. Así que admiro a la gente que no tiene esas ventajas, a los que pretenden convertirlos en algo que no quieren y dicen: 'No, no pienso hacerlo'...
¿Qué hay de Bella?
Mi vida ha sido muy distinta a la suya, la verdad. Creo que ése era parte del atractivo de escribir sobre ella. Cuando yo tenía 17 años, estaba muy protegida. Mis padres llevaban toda la vida juntos. Tenía un montón de hermanos y hermanas y una vida familiar que me brindaba mucho apoyo. Pude ser niña durante mucho tiempo. Y aquí tenemos, por otro lado, a una chica que nunca ha podido ser niña, que siempre ha tenido que esforzarse mucho y comportarse como un adulto. Me gustó escribir sobre una experiencia vital completamente distinta a la que yo había tenido. Es muy distinta a como yo era entonces.
¿Cómo mantiene el equilibrio entre escribir y tu propia vida familiar?
Con "Crepúsculo", estaba realmente obsesionada con [escribir] la historia. Aunque estaba físicamente presente, haciendo todo lo demás que tenía que hacer, mi mente estaba en otra parte. Durante tres meses estuve ausente. Eso resultó extraño. Y aprender a mantener ese equilibrio ha llevado su tiempo. Cuesta mucho dejar a un lado una historia cuando estás enfrascada en ella. Es algo en lo que todavía estoy trabajando.
¿Cuál es su régimen de trabajo?
Me he acostumbrado a revisar durante el día. No hay nada más frustrante que cuando estoy en mitad de una historia y alguien desvía mi atención a otro tema. La retomo 15 minutos más tarde y ya no tengo ni la más remota idea de qué estaba haciendo, no puedo recuperar el hilo. Así que escribo mejor a partir de las 6 de la tarde, cuando sé que no me va a llamar nadie. Meto a los niños en la cama, conecto los auriculares y escribo durante tres o cuatro horas hasta que me quedo dormida. Ése viene a ser más o menos mi régimen (ríe).
¿Qué le gusta escuchar?
Depende de lo que esté escribiendo. Tengo una mezcla para cuando estoy escribiendo escenas tristes, otra mezcla para las escenas de acción, y una mezcla general, para lo que sea. Y también hay ciertos grupos musicales que me gusta escuchar. Mientras escribía "Luna nueva", oía todo el tiempo a Marjorie Fair. Me ponía del humor que necesitaba estar. Ya sabes, deprimida (ríe).
¿Qué expectativas iniciales tenía con "Crepúsculo"?
No tenía expectativas. No esperaba que lo leyera nadie más que yo. Y entonces mi hermana se entrometió y me sonsacó el secreto: que estaba escribiendo algo. Fue ella quien dijo que tenía que intentar que me lo publicaran y no dejó de darme la lata hasta que lo hice. Naturalmente, pensé que lo rechazarían. Cuando un agente lo aceptó, esperaba que ninguna editorial quisiera siquiera acercarse. Y cuando mi editorial dijo que quería tres libros más, pensé que serían todos un fracaso... Como podrás comprobar, soy bastante pesimista. Y como soy pesimista, me he ido sorprendiendo a cada paso. Todavía me cuesta creer que esté aquí sentada haciendo esto. Me cuesta creer que mi libro se haya convertido de verdad en una película que me encanta. O sea, ¿quién lo habría imaginado? Es una locura.
¿Cómo surgió la película?
Las opciones iniciales de compra de los derechos del libro llegaron a principios de 2004, año y medio antes de su publicación. Alguien había visto el manuscrito del borrador original. Lo llevó a un par de sitios. Recibimos varias ofertas de distintos productores... Y fue difícil. No esperaba tener que tratar ese tema tan pronto, dado que el libro no estaba todavía en la calle (ríe). ¿Por qué estamos hablando siquiera de películas? Pero, ya sabes, tuve que sopesar mis opciones. No soy una persona que asuma riesgos, pero pensé que la posibilidad de verlo trasladado a la gran pantalla, aunque solamente lograran hacer una escena bien, merecía la pena. Así que me dejé llevar.
¿En qué difiere la película del libro?
Tuvimos que cortar muchas cosas... "Tuvimos" (ríe). Debería decir, Melissa [la guionista, Melissa Rosenberg], tuvo que cortar. No se me da nada bien cortar, así que menos mal que no me encargaba yo de eso.
Supongo que ése era el principal reto al abordar la adaptación...
Eso creo yo. Hay que tener en cuenta, además, que es un libro muy interno. Está escrito desde la perspectiva subjetiva de Bella, y buena parte del mismo son sus pensamientos e ideas.
De los cuales alcanzamos a ver algo en la película...
Un poco, sí. Hay una voz en off que permite hacerse una idea de lo que está pensando, pero el libro tiene mucho de eso. Y eso es difícil de hacer, trasladarlo para que no te pierdas quién es ella. Creo que Melissa hizo un trabajo excelente. También pudo hacer cosas, como tomar tres o cuatro escenas y crear una sola nueva a partir de ellas, como la excursión del colegio al invernadero, por ejemplo. Es fascinante cómo ha logrado hacerlo. Alucinante. Muy inteligente.
Las tres principales fuerzas creativas de la película son mujeres: usted, la directora, Catherine Hardwicke, y la guionista, Melissa Rosenberg. ¿Se ha conseguido con ello una película más sólida?
No estoy muy segura de hasta qué punto eso resultó una ventaja, porque yo nunca había hecho esto antes. Pero yo diría que fueron cuatro mujeres, no tres, porque también incluiría a Kristen Stewart, ya que fue una parte importante de ello. Trabajamos todas juntas y fue como la seda. ¿Es porque todas éramos mujeres o porque todas teníamos la misma imagen mental? No estoy segura. Todo lo que sé es que trabajamos muy bien juntas y que conseguimos una concentración singular.
¿Conserva copias de las ediciones internacionales del libro?
Para eso está mi salón, de hecho (ríe). ¡Ya ni siquiera me queda sitio para todas ellas, así que no estoy segura de qué voy a hacer! Y tengo mis favoritas. He de admitir que la alemana tiene unas portadas preciosas... hacen unos libros preciosos. Pero mis preferidas por encima de todo son las versiones japonesas, porque tienen ilustraciones. Creo que son alrededor de 35 por libro. Tienen unos magníficos dibujos estilo manga de los personajes...
¿Aspiró siempre a convertirse en novelista?
No. Nunca lo vi como una carrera. Incluso cuando me especialicé en la universidad en literatura inglesa... pensé que estaría bien ser editora, pero era poco realista. No tenía ninguna posibilidad de conseguir un trabajo así... ¿Escribir? No puedes ganarte la vida escribiendo... Es imposible. Y si me hubiera parado a pensar: 'estoy escribiendo un libro; voy a empezar una carrera', no podría haberlo hecho. Habría sido demasiada presión. Me alegro de haberlo escrito simplemente para mí. Así resultó una mejor experiencia.
Le han comparado con J.K. Rowling...
La verdad es que la primera vez que lo oí me resultó muy halagador. ¿Quién lo habría siquiera imaginado? Pero, al mismo tiempo, me pareció injusto para ella (ríe). O sea, nunca habrá otra J.K. Rowling. Soy una grandísima fan suya. ¿Quién, en toda la historia, ha logrado agradar a tanta gente a la vez? Me tiene completamente anonadada.
¿Así que Harry Potter es básico en su casa?
Como en todas, ¿no? (ríe)
¿Tiene libros a los que vuelve una y otra vez?
Claro que sí. Suelo releer libros. Si me gusta un libro, me gusta volver a él y experimentarlo de nuevo. El primer libro que leí en mi vida fue "La espada de Shannara", de Terry Brooks. Seguramente lo leí como diez veces el primer año... Leí "Mujercitas" una y otra vez. "Lo que el viento se llevó", varias veces. Todavía leo "Orgullo y prejuicio" todos los años. Y me encanta Orson Scott Card. He leído todas sus obras, al menos dos veces; "Ana de las Tejas Verdes", cientos de veces, toda la serie. Me encanta vivir en un mundo de fantasía, así que tiene sentido que haya acabado escribiendo sobre ellos.
¿Por qué han conectado sus libros con tantísimos lectores?
Me ha sorprendido a menudo que pudiera tener tan amplia acogida cuando estaba escrito para un público tan específico. Quizá sea porque creí mucho en él. Mientras lo escribía, creía realmente en ello. Y me parece que es algo que se puede apreciar. Los niños, sobre todo, detectan rápidamente cuando algo resulta falso. Si simplemente lo hubiera escrito, tratando de llegar a otros, en plan 'esto está muy de moda ahora, seguro que vende', se habrían dado cuenta de que era falso.
¿Cuáles son sus próximos proyectos?
Bueno, estoy trabajando en un par de cosas. Pero me cuesta mucho hablar de ello... Los fans tienden a tomárselo como un contrato: 'Dijiste que estabas trabajando en esto, ¿cómo es que todavía no lo tengo?' Ya sabes, son simplemente ideas en las que estoy trabajando y a veces la cosa puede hacerse muy fluida... Pero tengo dos historias. Una es similar a lo que ya he hecho, en el sentido de que parte del mundo es el que conocemos, con ciertos elementos de fantasía... ¡En ésa hay un fantasma! La otra es un mundo completamente de fantasía, que viene a ser como volver a mis raíces con "La espada de Shannara". Y ésa tiene sirenas (ríe). Yo siempre incorporo algún elemento fantástico. ¡Los humanos corrientes me aburren!
¿Qué espera de la película?
La verdad es que mi principal ilusión ya se ha hecho realidad. Quería disfrutarla, quería ver a mis personajes cobrar vida, de modo que, lo que realmente buscaba, ya lo he conseguido. Sí, es una razón muy egoísta para hacer una película, para disfrute de una sola persona, pero lo conseguí (ríe). Supongo que ahora espero que mis fans disfruten de esa misma experiencia, que es como leer "Crepúsculo" por primera vez. Porque, para mí, fue como volver a escribir "Crepúsculo". Para mí, los sentimientos fueron los mismos de la primera vez que descubrí la historia.
Espero les haya gustado